Inventario: Reflexiones sobre el coleccionismo

FUGA abre sus puertas al debate y la reflexión en torno al coleccionismo, sus actores, políticas y espacios de circulación en nuestro país.
La colección de arte empieza a conformarse hace 32 años y cuenta en la actualidad con 270 obras aproximadamente que abarcan pintura, escultura, dibujo, grabado, fotografía, cerámica, instalación, video y caricatura, en su gran mayoría de arte colombiano. Aunque el número no parezca representativo en el ámbito del coleccionismo, este acervo refleja la intermitencia y contingencia de la gestión pública de una institución distrital.
Con la paciencia que requiere reunir fragmentos para construir una cierta totalidad, desde hace unos años la FUGA ha desarrollado varias estrategias con el fin revisar y evaluar su colección. En un principio, esta tarea consistió en solicitar en donación obras de artistas reconocidos de la escena artística contemporánea; designar un comité asesor de adquisiciones que a su vez se encargaría de la depuración del acervo; planear la adecuación de un espacio destinado únicamente a la conservación de obras, la designación y vinculación de un conservador, y finalmente planear estrategias de circulación de la colección de arte. Más tarde, estas líneas de gestión se fueron materializando a través de programas y proyectos en premios de adquisición adquiridos por convocatoria pública que aún persisten y son la fuente principal de la colección, además de constituirse en una línea de trabajo de la institución. Entre los eventos que más se destacan son: el Salón Gilberto Alzate Avendaño (1981-1996); Salón de Agosto (1981-2000); Salón del Fuego (1981-2008); Salón del Juguete (1996); y Salón de Arte Bidimensional (desde 2003), y más recientemente, el Premio Bienal de Artes Plásticas y Visuales (desde 2010).
Han pasado más de 40 años desde el día que se inauguró la primera exposición en las salas de la FUGA. Desde entonces, año tras año, se han seguido promoviendo concursos de participación directa, que no solo apuestan por la difusión de las prácticas artísticas contemporáneas, sino que plantean el desafío de repensar y expandir el radio de acción de la entidad. Lograr consolidar un centro para las artes es uno de los retos más significativos de la gestión de la Gerencia de Artes Plásticas y Visuales de la FUGA, si se toman en cuenta las características de la producción contemporánea, los espacios que se requieren para su desarrollo, los procesos y las estrategias para acercar a diversos públicos. Estos desafíos permiten pensar el espacio de las artes como una plataforma de proyectos artísticos donde se explora la interacción e interconexión de los diferentes lenguajes del arte, tanto el emergente y experimental como el tradicional, así como los soportes tecnológicos para la creación.
Siendo coherentes con estos planteamientos, se podría decir que la colección de arte de la FUGA termina siendo depositaria de aquellas prácticas que se producen y surgen en un laboratorio de creación e investigación, tan diversa en sus expresiones como en su procedencia.