ISIDORE DUCASSE JAZZ BLUES BAND

Isidore Ducasse Jazz Blues, es una banda con sede en Bogotá, Colombia, conformada hacia finales de los 90. Fundada por Rafael Serrano, periodista poeta y amante del jazz. Gracias a la inquietud de un grupo de jóvenes con intereses en la cultura musical afroamericana, manifestada en el blues y el jazz, aparece en la capital colombiana, el sonido que expresa los sentimientos más profundos forjados en las entrañas de cualquier ser humano; cuando la pasión por la vida y el arte se juntan en el alma, convergen intensos simulacros sonoros de amor, desesperanza, excitación, ira, frio, calor, hambre, riqueza, en fin, todos los síntomas que diagnostican la existencia activa del ser. Los sobrevivientes de este largo camino blusero son Angélica Vanegas una talentosa saxofonista, Orlando Parra co-fundador y guitarra, Beto García en teclados sumergido, Juan José Ortiz con su gloriosa trompeta, Pedro Cortés un excelente bajista, Leonardo Zambrano si no el mejor, uno de los mejores trombonistas de este país, Mario Correal el carismático baterista y la cantante Indira Rodríguez con su melodiosa voz; todos ricos en experiencia, conocimiento y la útil solidez de más de 16 años de trabajo. Isidore Ducasse Jazz Blues Band siempre ha tratado de participar en festivales y conciertos para llegar a todas las generaciones, integrando la poesía y la música, el dolor y la ironía expresados en el género blues ante las adversidades de la vida, junto con escenas descriptivas a menudo dantescas, pero siempre dolorosas y muy realistas, que el poeta Isidore Ducasse dejó plasmadas en su único libro "Los Cantos de Maldoror".

Maravillosas interpretaciones de Cierra la Puerta, Toda la noche, Luna Personal, Gabriel Blues, Ladrón, El blues de la Viuda, son producto del tiempo, de la lluvia y las heridas; obras gestadas en las entrañas de los amantes y amados compositores Rafael Serrano, Diana Celis y Juan José Ortiz. A su lado, majestuosas versiones de piezas invaluables como Basin Street Blues, Blue Train, Stride Time, Walking By Myself, Mustang Sally, Lágrimas Negras, que en la intimidad de la agrupación desarrollaron su mejor ejecución, también son especialmente interpretadas por la banda.

En un ambiente de complicidad general surge el primer acorde, la contundencia sonora y la comunicación de los intérpretes, se conjugan para envolver al público espectador, Blue Train, una pieza meramente instrumental, es entonces la responsable de presentar el sonido de la banda. Con Luna Personal, sensual y en el mejor color del blues, aparece la voz. De improviso, la pasión y la potencia emergen de la intimidad y con un desgarrado grito, son espantados los pudores del alma para expresar las verdaderas pasiones.

Mustang Sally, Ladrón, Lágrimas Negras, Basin Street Blues, Cierra La Puerta, Walking By Myself y Toda La Noche, cumplen perfectamente su labor de acariciar generaciones pasadas presentes e incluso futuras con el sutil llanto del blues, alimentando así, esa necesidad de escuchar el latido incisivo de la vida y asegurar la conexión entre lo bello y lo realmente importante.