Desde el 2 de mayo, las salas de exposición de la FUGA exhiben la segunda parte de su colección, conformada por instalaciones de artistas que han participado en las convocatorias que ha venido realizando esta institución a lo largo de su historia y cuyo trabajo es ampliamente reconocido en el mundo del arte.
La curaduría, esta ocasión, planteó una reflexión instalativa espacial donde el espectador tiene experiencias que, en algunos casos, involucran el sentido del oído y que, sin lugar a dudas, reflejan el estado del arte contemporáneo nacional.